Trabajador
social: Hola, buenos días, soy Alejandro Blasco, trabajador
social del Servicio Comarcal del Jiloca.
Cliente:
Hola, yo soy David Carraz.
Trabajador
social: ¿Cuántos años tiene usted?
Cliente: Tengo
52 años
Trabajador
social: ¿Qué tal se encuentra?
Cliente: Bueno…
bien aquí estamos.
Trabajador
social: ¿Había acudido alguna vez a esta institución? Siéntase
como en casa.
Cliente: No,
es la primera vez, nunca me había visto en esta situación.
Trabajador
social: Bueno, no se tiene que sentir mal, hay muchas personas
hoy en día que se encuentran en desempleo.
Cliente:
Pero
es que no entiendo cómo se puede despedir a una persona sin motivo después de
tanto tiempo.
Trabajador
social: ¿Cuántos años llevaba en la empresa?
Cliente:
25
años, toda una vida.
Cliente:
Si… Bueno estuve dos años antes de empezar en esta.
Trabajador
social: Yo por mi parte le aconsejo que mientras nosotros
hacemos todo lo posible para solucionar su situación, realice algún tipo de
actividad para despejarse.
Cliente: Pero
que voy a hacer yo… Yo no valgo para estar parado en casa sin trabajo.
Trabajador
social: Podría recomendarle algún cursillo que ofrece la
asociación de vecinos de la comarca.
Cliente: ¡Sí
hombre! Para ir allí me voy a ayudar a mi hermano al huerto. ¡Allí son todos
unos sosos!
Trabajador
social: No diga eso…
Mientras estuviera realizando esos cursillos se despejaría y pasaría su
tiempo libre, y así se mantendría ocupado mientras intentamos solventar la
situación de buscarle un empleo.
Cliente: Si
lo que hacen son chorradas… yo lo que quiero es trabajar.
Trabajador
social: Eso es lo que vamos a intentar, caballero. Sabemos que
usted es una persona que ha desempeñado varios empleos, con gran experiencia,
aunque su especialidad sea tornero fresador, por lo que creemos que no será muy
complicado encontrarlo.
Cliente: Llevo
toda la vida de tornero.
Trabajador
social: Bueno… Según su vida laboral desempeñó 3 años como
montador de aluminio.
Cliente: Sí
sí, eso era cuando era un chaval.
Trabajador
social: Por ello estoy seguro que usted se amoldaría a
numerosos puestos de trabajo.
Cliente: Sí,
yo trabajo en lo que haga falta.
Trabajador
social: Pues voy a revisar las ofertas de trabajo que tenemos y
le llamaré para comunicarle las diferentes ofertas que encuentre en relación
con sus características, y concertamos una próxima cita.
Cliente: Gracias, ojalá sirva de algo…
Trabajador
social: Ya verá como sí. Ha sido un placer. Adiós David, buenas tardes.
Cliente: Buenas
tardes, hasta luego.
Por otro lado, Jorge Carrera y Daniel Calero han
realizado una entrevista donde Daniel desempeña el rol de un joven que acude a
un trabajador social, Jorge. Lleva varios años buscando empleo, lo cual genera
en él un fuerte sentimiento de rabia que no sabe controlar.
Daniel – (toc toc)
T.S – Pase
Daniel – Ya era hora tío, llevo cerca de una hora esperando.
T.S – Disculpa, estamos saturados de trabajo últimamente. Si no le
importa siéntese y ahora me centro totalmente en usted. Voy a por un vaso de agua ¿Quiere
usted uno?
Daniel - ¿Tú qué crees? Ya podíais poner una máquina en la sala de espera
que estoy seco como un desierto.
T.S - Buena observación, lo propondré a mis compañeros (le da un
vaso de agua). Discúlpame por no haberme presentado antes. En primer lugar me
llamo Jorge, y soy el trabajador social de este centro ¿Cómo se llama usted?
Daniel - Daniel
T.S - Bueno Daniel, ¿qué te trae por aquí?
Daniel - Pues he venido porque llevo ya bastante tiempo buscando trabajo, y
únicamente encuentro alguno de unas pocas horas sueltas. Hace un tiempo me
apunté a un centro social en busca de una situación mejor, pero no he recibido
respuesta de esa gentuza, lo cual afectó notablemente a todas mis relaciones.
Mi novia me dejó, mis padres no quieren verme y para colmo siguen sin llamarme.
T.S - A ver Daniel, cálmese, yo estoy aquí para ayudarle.
Daniel - Sí, lo mismo dicen todos y luego aquí no me ayuda nadie.
T.S - Todos ¿Quién?
Daniel - Lo ves, es esa actitud la que odio. ¿Quién, quién…? Pues todos, mi
familia, mis amigos, vosotros.
T.S - Insisto, Daniel, yo no tengo la culpa de las experiencias que haya
pasado. Pero yo estoy aquí para ayudarle, así que vamos a centrarnos en la
situación que queremos mejorar.
Daniel - (asiente)
T.S - Aunque no lo crea, mucha gente se encuentra en su misma situación,
es normal expresar estos sentimientos. Todos alguna vez nos hemos sentido así,
y por más que en ciertas ocasiones no nos guste admitirlo, necesitamos de la
ayuda de alguien. Voy a hacer una cosa; esto no lo hago a menudo, pero
conozco a unas personas que dirigen una asociación de desempleados de aquí del
barrio, quizás ellos puedan aconsejarle mejor. Dígales que va de mi parte.
Daniel - Al fin.
T.S – (Le da un número) Bueno… Aunque vaya a acudir a esta asociación, me
gustaría hacer un seguimiento de su situación. ¿Le viene bien pasarse la semana
siguiente y me cuenta qué tal le ha ido en la asociación?
Daniel - Vale.
T.S. - (Le acompaña a la salida) Le
deseo suerte, de corazón, espero vernos pronto.
Daniel - Hasta luego. Muchas
gracias.
Hola,
ResponderEliminarbien por tener hecha práctica 3, pero se lee muy mal ¿podéis corregir los colores de fondo o del texto?
Saludos,
JD