lunes, 16 de marzo de 2015

Entrevista - Emociones (METAMODELO)

Se trata de una cita entre un trabajador social, Alejandro Blasco, y David Carraz, cliente que se ha quedado sin empleo y acude a esta institución solicitando ayuda en relación con la búsqueda de un trabajo.

Trabajador social: Hola, buenos días, soy Alejandro Blasco, trabajador social del Servicio Comarcal del Jiloca.

Cliente: Hola, yo soy David Carraz.

Trabajador social: ¿Cuántos años tiene usted?

Cliente: Tengo 52 años

Trabajador social: ¿Qué tal se encuentra?

Cliente: Bueno… bien aquí estamos.

Trabajador social: ¿Había acudido alguna vez a esta institución? Siéntase como en casa.

Cliente: No, es la primera vez, nunca me había visto en esta situación.

Trabajador social: Bueno, no se tiene que sentir mal, hay muchas personas hoy en día que se encuentran en desempleo.

Cliente: Pero es que no entiendo cómo se puede despedir a una persona sin motivo después de tanto tiempo.

Trabajador social: ¿Cuántos años llevaba en la empresa?

Cliente: 25 años, toda una vida.

Trabajador social: Hombre, antes trabajó en otra empresa, ¿no?

Cliente: Si… Bueno estuve dos años antes de empezar en esta.

Trabajador social: Yo por mi parte le aconsejo que mientras nosotros hacemos todo lo posible para solucionar su situación, realice algún tipo de actividad para despejarse.

Cliente: Pero que voy a hacer yo… Yo no valgo para estar parado en casa sin trabajo.

Trabajador social: Podría recomendarle algún cursillo que ofrece la asociación de vecinos de la comarca.

Cliente: ¡Sí hombre! Para ir allí me voy a ayudar a mi hermano al huerto. ¡Allí son todos 
unos sosos!

Trabajador social: No diga eso…  Mientras estuviera realizando esos cursillos se despejaría y pasaría su tiempo libre, y así se mantendría ocupado mientras intentamos solventar la situación de buscarle un empleo.

Cliente: Si lo que hacen son chorradas… yo lo que quiero es trabajar.

Trabajador social: Eso es lo que vamos a intentar, caballero. Sabemos que usted es una persona que ha desempeñado varios empleos, con gran experiencia, aunque su especialidad sea tornero fresador, por lo que creemos que no será muy complicado encontrarlo.

Cliente: Llevo toda la vida de tornero.

Trabajador social: Bueno… Según su vida laboral desempeñó 3 años como montador de aluminio.

Cliente: Sí sí, eso era cuando era un chaval.

Trabajador social: Por ello estoy seguro que usted se amoldaría a numerosos puestos de trabajo.

Cliente: Sí, yo trabajo en lo que haga falta.

Trabajador social: Pues voy a revisar las ofertas de trabajo que tenemos y le llamaré para comunicarle las diferentes ofertas que encuentre en relación con sus características, y concertamos una próxima cita.

Cliente: Gracias,  ojalá sirva de algo…

Trabajador social: Ya verá como sí. Ha sido un placer. Adiós  David, buenas tardes.

Cliente: Buenas tardes, hasta luego.

Por otro lado, Jorge Carrera y Daniel Calero han realizado una entrevista donde Daniel desempeña el rol de un joven que acude a un trabajador social, Jorge. Lleva varios años buscando empleo, lo cual genera en él un fuerte sentimiento de rabia que no sabe controlar.

Daniel – (toc toc)

T.S – Pase

Daniel – Ya era hora tío, llevo cerca de una hora esperando.

T.S – Disculpa, estamos saturados de trabajo últimamente. Si no le importa siéntese y ahora me centro totalmente en  usted. Voy a por un vaso de agua ¿Quiere usted uno?

Daniel - ¿Tú qué crees? Ya podíais poner una máquina en la sala de espera que estoy seco como un desierto.

T.S - Buena observación, lo propondré a mis compañeros (le da un vaso de agua). Discúlpame por no haberme presentado antes. En primer lugar me llamo Jorge, y soy el trabajador social de este centro ¿Cómo se llama usted?

Daniel - Daniel

T.S - Bueno Daniel, ¿qué te trae por aquí?

Daniel - Pues he venido porque llevo ya bastante tiempo buscando trabajo, y únicamente encuentro alguno de unas pocas horas sueltas. Hace un tiempo me apunté a un centro social en busca de una situación mejor, pero no he recibido respuesta de esa gentuza, lo cual afectó notablemente a todas mis relaciones. Mi novia me dejó, mis padres no quieren verme y para colmo siguen sin llamarme.

T.S - A ver Daniel, cálmese, yo estoy aquí para ayudarle.

Daniel - Sí, lo mismo dicen todos y luego aquí no me ayuda nadie.

T.S - Todos ¿Quién?

Daniel - Lo ves, es esa actitud la que odio. ¿Quién, quién…? Pues todos, mi familia, mis amigos, vosotros.

T.S - Insisto, Daniel, yo no tengo la culpa de las experiencias que haya pasado. Pero yo estoy aquí para ayudarle, así que vamos a centrarnos en la situación que queremos mejorar.

Daniel - (asiente)

T.S - Aunque no lo crea, mucha gente se encuentra en su misma situación, es normal expresar estos sentimientos. Todos alguna vez nos hemos sentido así, y por más que en ciertas ocasiones no nos guste admitirlo, necesitamos de la ayuda de alguien. Voy a hacer una cosa; esto no lo hago a menudo, pero conozco a unas personas que dirigen una asociación de desempleados de aquí del barrio, quizás ellos puedan aconsejarle mejor. Dígales que va de mi parte.

Daniel - Al fin.

T.S – (Le da un número) Bueno… Aunque vaya a acudir a esta asociación, me gustaría hacer un seguimiento de su situación. ¿Le viene bien pasarse la semana siguiente y me cuenta qué tal le ha ido en la asociación?

Daniel - Vale.

T.S. - (Le acompaña a la salida) Le deseo suerte, de corazón, espero vernos pronto.

Daniel - Hasta luego. Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Hola,
    bien por tener hecha práctica 3, pero se lee muy mal ¿podéis corregir los colores de fondo o del texto?
    Saludos,
    JD

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